Comunicación y relaciones sociales entre individuos de la misma piara de jabalíes y los machos adultos.

Este Trabajo de Fin de Curso Delia Díaz nos desvela la compleja ontogenia de la comunicación en Sus scrofa, desde los chillidos que mantienen unido al recién nacido con la piara hasta los bufidos y marcas odoríferas con los que los machos solitarios negocian territorio y apareamiento. Comprender ese diálogo resulta clave para interpretar sus ritmos reproductivos y su etología diaria. Acompáñanos y descubre cómo el instinto que nos une se expresa, en el bosque, con colmillos y feromonas.

Conoce a Delia Díaz, una apasionada de la vida y la naturaleza

Me llamo Delia Díaz y me apasiona la vida y compartirla, de la manera que sea; compartir mis conocimientos enseñando, aprendiendo, relacionándome…la vida es naturaleza, y por ello me dedico a estudiarla.

Actualmente estoy llevando a cabo un proyecto de divulgación y educación ambiental a través de las redes sociales que voy a ir haciendo crecer para extenderlo a varios ámbitos.

Mi motor es el poder ser parte de hacer más amable el mundo

Delia Díaz

Resumen

La idea del presente trabajo es la de dejar patente la importancia del carácter comunicativo y social que la especie Sus scrofa posee, suponiendo este determinante si se desean comprender otros muchos aspectos de su vida como lo son sus ritmos reproductores, o sus procesos etológicos. Estos serán tratados de manera colateral e inevitable a lo largo de la discusión, al estar estrechamente relacionados y determinados por la idiosincrasia de la especie.

Así mismo, se pretende reflejar cómo la comunicación entre los individuos de la misma piara y los machos solitarios (entre sí y con el grupo), va evolucionando a lo largo de su vida, y cuales son las funciones de tales actos comunicativos.

Para poder comprender la evolución de dicha comunicación y sociabilidad y el contexto en que estas se llevan a cabo, me dispongo a exponerlas según el orden cronológico en que suceden en la vida de los jabalíes, repasando los principales hitos a dichos niveles tal como se llevan a cabo.

Palabras clave: Sus scrofa, jabalí, comunicación, relaciones sociales, ontogenia, función.

Abstract

The idea of the present work is to make clear the importance of the communicative and social character that the Sus scrofa species possesses, assuming this determinant if one wishes to understand many other aspects of its life, such as its reproductive rhythms, or its ethological processes. These will be dealt with in a collateral and inevitable way throughout the discussion, as they are closely related and determined by the idiosyncrasy of the species.

Likewise, it is intended to reflect how communication between individuals of the same herd and solitary males (among themselves and with the group) evolves throughout their lives, and what are the functions of such communicative acts.

In order to understand the evolution of said communication and sociability and the context in which they are carried out, I am going to present them according to the chronological order in which they occur in the life of wild boars, reviewing the main milestones at said levels as they are carried out.

 

Tabla de contenidos

Trabajo de fin de curso

Introducción a la especie

El jabalí, Sus scrofa, es un mamífero omnívoro, perteneciente a la familia de los suidos, altamente sociable y adaptable a prácticamente cualquier medio.(Étienne, Pascal. 2004)

Vive en grupos de hasta 60 individuos, siendo lo más común que las piaras estén constituidas por entre 5 a 10 individuos en la Península Ibérica. (Étienne, Pascal. 2004).

Se trata la piara de un grupo de jabalíes en el que una hembra lidera al resto del grupo, constituido por sus crías de la anterior temporada reproductora y las crías de la última camada. En esta sociedad matriarcal, otras hembras adultas y sus respectivas crías, normalmente emparentadas con la líder, (Fernández-Llario, Pedro. 2014) también suelen formar parte del grupo familiar que, cada año, expulsa a los machos una vez han alcanzado su madurez sexual. Estos machos pasarán a vivir de manera solitaria durante todo el año, o en algunas ocasiones en pares, a excepción del momento de la reproducción, en que se juntan temporalmente a la piara. (Martínez-Rica, Juan Pablo 1980; Étienne, Pascal. 2004)

Discusión:

En un encame fabricado principalmente con ramas por su madre [véase imagen 1], nacen las crías de jabalíes, llamadas rayones o jabatos.(Étienne, Pascal. 2004)

La madre se ha aislado del grupo unos 2 ó 3 días antes del parto, seguida de sus crías del año anterior, dirigiéndose a una zona de vegetación baja que proporciona protección para preparar el encame.(Étienne, Pascal. 2004)

En este periodo cualquier intento de comunicación por parte de sus crias del año anterior o cualquier otro congénere, será atajado por la hembra de manera agresiva, impidiendo que nadie se acerque a la cama donde dará a luz, incluso días después de que los pequeños hayan nacido (Étienne, Pascal. 2004)

Los primeros días en el nido son imprescindibles para el reconocimiento entre la madre y los recién nacidos y el establecimiento de interacciones con ella y el resto de hermanos.(David W. Macdonald. 2006)

Hembra recogiendo material para el encame. Fotografía de Delia Díaz Martín

Img. 1. Hembra recogiendo material para el encame. Fotografía de Delia Díaz Martín

Desde el momento en que los rayones nacen, la madre se encarga de impregnarlos con su olor, reconociéndolos mediante la vista y el olfato. (Étienne, Pascal. 2004)

Los rayones recién nacidos son muy activos y mantienen una comunicación constante con su madre, dándose uno de los primeros actos comunicativos cuando las crías buscan mamar y la madre les presenta sus mama, [véase imagen 2] facilitándoles el acceso al levantar el muslo cada tres cuartos de hora, con una duraciones de aproximadamente 4 minutos.

Durante la lactancia la madre emite gruñidos entrecortados (Étienne, Pascal. 2004) según parece, con la finalidad de mantener a los lechones alerta ante la presencia de posibles depredadores, y también con fines puramente afectivos (David W. Macdonald. 2006).

Hembra con mamas apreciables. Fotografía de Delia Díaz Martín

Img. 2. Hembra con mamas apreciables. Fotografía de Delia Díaz Martín

Respecto a la comunicación acústica/sonora, en sus primeras etapas del desarrollo, los jabatos emiten más de 106 tipos de sonidos solo para comunicarse con su madre y hermanos (Jensen , Per; Alegrs, Bo,1983) siendo capaces de transmitir su nivel de hambre mediante variaciones en las frecuencias sonoras (Weary, M. Daniel; Fraser, David, 1995)

Las crías son también capaces de producir señales de alarma identificadas por su madre e incluso el resto de hembras adultas de la piara, siendo cada progenitora capaz de distinguir la señal de sus lechones de la de otros y proporcionando un sistema de comunicación tan preciso que desencadena ataques por parte de la madre ante las llamadas de sufrimiento de sus crías (Weary, M. Daniel, Braithwaite, Leah A,Fraser, David, 1998)

Durante la lactancia, al entrar en contacto con una mama y succionarla, los lechones proceden a masajearla (Signoret, Jean Pierre et al, 1975) y luego van pasando de una a otra en el llamado «muestreo de tetinas”. En esta fase se comportan agresivos, mordiendo o empujando con la jeta o el hombro para apartar a sus hermanos, colocándose además de manera en que la tornan inaccesible para otros. Si aun así un segundo consiguiera acceder a ella, el lechón volvería a morder y empujar al otro.(Graves, Heater, 1984)

Tras esta fase que dura de 2 a 6 horas, le sigue la fase denominada «defensa de los pezones”, y en ella los rayones muestran su preferencia por mamar de un pezón o par de pezones específicos.(Graves, Heater, 1984) Los comportamientos agonísticos durante esta fase se dan entre los lechones situados adyacentes, o entre los que tienen una tetina ya en propiedad y aquellos que no han reclamado aún ninguna y se encuentran en su búsqueda.(Graves, Heater, 1984)

Por último los rayones pasan al periodo de «mantenimiento del pezón”, durante el cual presentan plena posesión de su tetina y alternan la lactancia con dormir. (Graves, Heater, 1984)

Las crías de jabalí son altriciales, y por tanto muy dependientes, sobre todo en sus dos primeros días de vida.(Derrickson, Elissa,1992) Sin embargo, ya a partir de la 3º o 4º semana comienzan a seleccionar su propia mama y a defenderla del resto de sus hermanos, incluso llegando a pelear por ella. Este orden de posesión de mamas se mantiene hasta el momento del destete y supone un primer establecimiento jerárquico, al alimentarse los más capaces de las mamas que más leche proporcionan.(Étienne, Pascal. 2004)

Tras unos 5 a 10 días en estado de aislamiento en el encame de parto, la madre deja que otras hembras de su piara se acerquen, previo reconocimiento sonoro y olfativo mediante contacto nasal.(Étienne, Pascal. 2004). En este punto los rayones ya están listos para seguir a su madre y reunirse con el resto del grupo. (Graves, Heater, 1984) Cabe destacar que las ultimas en ser aceptadas de vuelta al núcleo familiar son las bermejas del año anterior, que aún no tienen crías y ya se valen por si mismas, pero que no han alcanzado la madurez sexual (Étienne, Pascal, 2004). Este hecho parece deberse a que las hembras jóvenes carecen de experiencia en el cuidado de crías, lo que podría tensar a las madres ante sus primeros contactos con los pequeños.(Apollonio, Marco, 1986)

Una vez restablecida la unión del grupo con los nuevos miembros, la prosperidad de los juveniles está asegurada, ya que en caso de muerte de una de las madres, su progenie pasa a ser adoptada por otra de las hembras. Este fenómeno es considerado por varios autores como una característica propia de los suidos. (Rosell, Carme et al 2001)

Debido a este hecho, y al de que todo el grupo se mantiene al unísono en cuanto a lo que la realización de las actividades diarias se refiere,(Étienne, Pascal. 2004) las relaciones con sus congéneres de las otras camadas comienzan en cuanto la totalidad el grupo se reúne tras los partos,(Rosell, Carme, 2001) que por otra parte, tienden a sincronizarse. (Podgórski, Tomasz et al 2014)

En el seno del grupo, los rayones son muy activos y juguetones, lo que puede molestar a alguna hembra adulta, que no dudará en darles con el morro, desplazándolos incluso medio metro de distancia. Esto al margen de que sea o no su madre.(Étienne, Pascal. 2004)

La leche la solicitan a gritos, pero no necesariamente a su madre, ya que, al vivir en grupo, todas las hembras adultas y que han tenido crías, participan en la crianza de los rayones. (Eisenberg, John F; Lockhart, Melvyn, 1972) No obstante los pequeños tratan de buscar a su madre, identificándola mediante el olor de sus glándulas carpianas y, una vez lo han hecho, le chillan con insistencia para que se tumbe y poder proceder a alimentarse.(Étienne, Pascal. 2004)

En otras ocasiones es la madre la que, mediante gruñidos breves y muy graves, llama a sus crías a la alimentación. Para proceder, la madre se apartará unos metros del grupo, no impidiendo que las crías de otra camada de su piara mamen, y siendo los rayones los que tenderán a defender su mama. En caso de que haya mamas libres (algo muy común al haber nacido o sobrevivido hasta el momento menor número de rayones que de mamas) no se darán problemas relacionados con la posesión de las mismas.(Étienne, Pascal. 2004)

El destete tiene lugar entorno a los 3-4 meses de edad de las crías, y se ha podido observar como el juego disminuye con la edad después del destete (Bolhuis et al., 2005; O’Connor et al., 2010), pero no en el período previo a este. (Chaloupková, Helena, 2007)

En los días inmediatamente posteriores al destete, el juego locomotor y social disminuye, y después solo vuelve a aumentar el locomotor. El período pico en el comportamiento de juego se ha datado entre las 2 a las 6 semanas (Murphy, Eimear et al, 2014)

Respecto a la comunicación llevada a cabo por los rayones durante la lactancia, (Weary, M. Daniel; Fraser, David, 1995) descubrieron que los lechones con peso inferior al promedio, o aquellos que han perdido una toma de leche materna, tiene una mayor tasa de llamadas a sus madres y además que las llamadas usadas difieren en frecuencia y duración de aquellas que emiten lechones con menos necesidad alimentaria.

Se ha podido comprobar mediante experimentos que los lechones destetados con 12 días de edad, emiten menos vocalizaciones de alta frecuencia que los lechones destetados mayores, pero no se da diferencia en los gruñidos emitidos a más bajas tonalidades.(Murphy, Eimear et al, 2014)

El juego

Para los rayones muchas situaciones cotidianas suponen juego, véase el estar acostados en el encame, procediendo a remover con su jeta los vegetales que lo forman, girando y saltando al tiempo que incitan a otras crías al juego, simulando cargar contra ellas. Otra forma de juegos entre ellos se produce en el momento de agruparse en forma de pirámide para resguardarse del frío, es entonces cuando algunos se lanzan sobre el montón y derrumban a sus hermanos.

También, y casi en cualquier comento de la jornada, pueden proceder a tirarse o montarse unos encima de otros.(Étienne, Pascal. 2004)

Otro de sus juegos consta de coger con el morro un trozo de algo que tengan a mano, sacudirlo y lanzarlo con fuerza. También se dedican a perseguirse los unos a los otros y, medida que crecen van emprendiendo juegos combativos, chocando flanco contra flanco.(Étienne, Pascal. 2004) [véase imagen 3]

Rayones jugando a luchar flanco contra flanco. Fotografía de Delia Díaz

Img. 3. Rayones jugando a luchar flanco contra flanco. Fotografía de Delia Díaz

Efectivamente el juego cumple una función altamente comunicativa entre ellos, definiendo poco a poco niveles jerárquicos, aunque no será hasta los 6-7 meses que comiencen a formar parte de la jerarquía del grupo, siéndoles permitido hasta ese momento y a nivel social, mucho más que al resto de los adultos y subadultos del grupo; corren, juegan en cualquier contexto y momento, no se atienen a reglas, pero no se ven libres de llamadas de atención por parte de otros miembros adultos del grupo.(Étienne, Pascal. 2004)

Entorno a los 7-10 meses de edad las crías ya son consideradas bermejos, y han de integrarse en el grupo, adoptando un rango social. Siendo cierto que los lechones de la jabalina líder o de aquellas con elevado rango, siempre se verán beneficiados de los mejores lugares de alimentación al seguirlas, no serán ellos los que necesariamente ocupen los rangos de mayor nivel jerárquico, ya que este se define resultando de los combates entre individuos de aproximadamente su misma edad. De hecho se suele dar que las crías de la hembra líder suelen ocupar los puestos de menor rango dentro del grupo (Étienne, Pascal. 2004).

La MADUREZ SEXUAL es alcanzada por ambos sexos de jabalíes a partir de los 7-8 meses de vida, siendo un factor determinante para el grupo, ya que comenzará a desencadenar una serie de hechos que darán lugar a la reestructuración del grupo, como lo son el celo, los enfrentamientos, la monta y el coito y los partos. (Étienne, Pascal. 2004) Procederé a detallarlos en posteriores apartados.

Los machos, una vez entran en estadio de bermejo, comienzan a ser poco a poco apartados, atacados y perseguidos por las hembras del grupo, lo que les lleva a abandonar el seno familiar entorno a los 9-18 meses.(Étienne, Pascal. 2004)

En este proceso tratan de buscar otra piara en la que ubicarse y son rechazados de manera reiterada, por lo que finalmente se dedican a deambular por áreas muy extensas y alejadas de su lugar natal.(Étienne, Pascal, 2004)

Cuando en el siguiente periodo de celo encuentra el macho juvenil una piara, suele ser expulsado por otro mayor, con más experiencia y mayor tamaño caporal, por lo que su participación en la reproducción es muy poco probable hasta sus 2 (Rosell, Carme et al 2001) ó 3 años de edad (Servanty, Sabrina, 2007)

Los machos adultos, por su parte, luchan contra sus rivales a fin de conseguir conquistar a las jabalinas, normalmente dos o tres, y pudiendo ser hasta ocho hembras. (Inaturalist, https://www.inaturalist.org/guide_taxa/293064 , 2023)

El celo

La edad del primer celo en las hembras puede presentarse desde los 8 a los 24 meses de edad, en función de factores tróficos y del ritmo estacional del funcionamiento ovárico (Étienne, Pascal. 2004), aunque lo más común es que entren por primera vez en este estado entre los 10-11 meses de edad (Santiago Moreno et al, 2010)

El celo tiene lugar hasta dos veces al año (cuando esto sucede se le denomina año bifásico). El primero, y que todos los años sucede, comienza a mediados de noviembre, y dura hasta mediados de enero, siendo uno de sus detonantes la disminución de horas de luz y de la intensidad de la misma. En consecuencia de este cambio lumínico se ve afectada la glándula pineal de los machos, que segrega mayor número de hormonas sexuales, aumentando la liberación de melatonina. Esta cadena de sucesos internos es observable en la hipertrofiación de los testículos de los machos adultos, lo que supone en si un acto comunicativo, al informar a otros machos y hembras de su estado reproductor. (Étienne, Pascal. 2004)

Además, y a fin de indicar del comienzo de su estado reproductor a los machos, las hembras marcan con sustancias olorosas las ramas más bajas de los árboles, o lo mismos troncos, habiendo previamente mordido y pelado la madera (en la resina los olores se potencian y su durabilidad aumenta). Después frotan y esparcen la saliva con las glándulas cercanas a sus ojos, todo esto a fin de depositar sustancias atractivas a nivel sexual (Étienne, Pascal. 2004, Melletti, Mario; Remonti, Luigi, 2019). Se sabe que es la jabalina líder la que comienza con este tipo de señal 15 días antes del comienzo de su celo, incitando así al resto de las hembras adultas a hacer lo mismo y comenzar todas a ovular.(Étienne, Pascal. 2004, Hayssen, Virginia, 2013)Esta sincronización indica tener un significado altamente funcional con la finalidad de aumentar la protección de los recién nacidos.(Santiago Moreno, Julián; López Sebastián, Antonio, 2010)

Durante este periodo las hembras pelan a mordiscos las zonas inferiores de los troncos o ramas bajas, a fin de depositar su saliva cargada de sustancias atractivas a nivel sexual. (Melletti, Mario; Remonti, Luigi, 2019)

Así mismo las hembras en celo frotan la región perianal contra el suelo en el denominado «frote anogenital”, con la finalidad de comunicar a los machos su disponibilidad para el apareamiento y de establecer sus límites territoriales, para evitar el posible acoso de otros machos. (Eisenberg, John F et al, 1972)

Durante el celo, el jabalí macho busca hembras receptivas de un modo tan activo que a veces llega a olvidarse de alimentarse.(Inaturalist, https://www.inaturalist.org/guide_taxa/293064 , 2023)

A nivel corporal se mantienen erguidos con la melena en punta y los mechones de la región sacra levantados, de manera independiente a los de la cresta dorsal, en señal de excitación (Eisenberg, John F. et al 1972)

En cuanto a la comunicación sonora en este periodo, los machos emiten gruñidos y chocan el maxilar inferior con el superior haciendo que los colmillos castañeteen, al tiempo que generan grandes cantidades de saliva cargada de hormonas.(Santiago Moreno, Julián et al, 2010)

Este comportamiento, conocido como “chasquido de dientes”, posee una clara finalidad indicativa del estado anímico del individuo, así como intimidatoria al mostrar su fortaleza a otros machos, y de atraer a las hembras fértiles a la zona.(Apollonio, Marco et al 2006)

También cabe destacar que, entre machos y hembras en el momento del celo, se emiten sonidos que presentan una importante función al desencadenar el reflejo de quietud en las hembras, facilitando así la monta por parte del macho (Vertebrados Ibéricos, http://www.vertebradosibericos.org/mamiferos/comportamiento/susscrco.html, 2006)

Seguido del periodo de celo invernal suceden uno tras otro el de gestación, el parto, la lactancia hasta el momento de destete y el de reposo sexual o anestro. Este patrón se repite todos los años, excepto aquellos en que, principalmente debido a la abundancia de comida y condiciones favorables para la piara, el periodo de reproducción se adelanta a septiembre. (Étienne, Pascal. 2004)

El celo es clave para la comunicación y el comportamiento social de los jabalíes, puesto que es el único periodo en que los machos adultos se acercan a las piaras, a fin de tratar de reproducirse con sus hembras sexualmente maduras. Es además el único lapso de tiempo en que las hembras van a permitir dicho acercamiento, eso sí, no sin cierta reticencia. Además, las féminas se muestran agitadas, irritables y muy activas.(Étienne, Pascal. 2004)

Por su parte los machos olfatean la zona y proceden a marcar con una saliva densa y espumosa que segregan a ambos lados de la boca en las glándulas submaxilares (Grabis, Janis et al, 2019) y restriegan sobre la parte que les es más alta posible de los troncos que, además, golpean con los colmillos varias veces a lo largo del día. Este marcaje está destinado a los otros machos, que tratarán de depositar su saliva a una altura superior al resto, mostrándoles su tamaño y fortaleza.(Étienne, Pascal. 2004)

Mientras estos olfatean el suelo y el aire en busca de sus potenciales parejas reproductoras, van dejando tras de si una serie de marcas olfativas y visuales consistentes en raspar el suelo con sus patas delanteras y orinando sobre el rascado, con el contenido añadido de las glándulas prepuciales. Al llevar acabo estas acciones, están comunicándose principalmente a nivel químico, permitiendo a otros individuos tanto machos como hembras, conocer su posición dentro del área de campeo, su disponibilidad reproductora y su nivel jerárquico.(Graves, Janis et al, 2019)

Siguiendo con el orden cronológico de los hechos, es este el momento en que se llevan a cabo los combates o enfrentamientos entre machos. El que resulta ganador buscará a la hembra en estado de estro y, tras encontrarla, comprobará el grado de su estado y llevará o no a cabo la cubrición.(Étienne, Pascal. 2004)

Al tratarse de un sistema de apareamiento poligínico el de los jabalíes, durante el celo los machos adultos y subadultos se enfrentan entre si normalmente en el crepúsculo. Estos se ven atraídos por los marcajes con saliva que han realizado las hembras y comienzan una pelea por expulsar a los competidores y tomar así posesión de la piara, o mantener su puesto de dominante frente a las hembras.(Étienne, Pascal. 2004)

En estos casos muchos machos jóvenes deciden abandonar el lugar en vistas de sus escasas posibilidades frente a los adultos más portentosos.(Étienne, Pascal. 2004)

El enfrentamiento

Consiste en dirigirse hacia otro macho, con la crin erizada, las orejas levantadas, sacando espuma por la boca y emitiendo vocalizaciones, incluso lanzando chorros de orina. Los competidores arriman sus flancos y comienzan una carrera flanco contra flanco en paralelo, tratando de desequilibrar al contrincante. El más veloz se cruza en el camino del segundo y comienza a dar vueltas al rededor del otro tratando de impresionarlo, mostrando el perfil de su cuerpo y rostro. Si el otro reconoce su inferioridad al respecto, adoptará una posición con las orejas hacia atrás y cercanas al cuerpo, la cola baja y la crin relajada, en absoluta actitud de sumisión, alejándose sin que el vencedor le persiga.(Étienne, Pascal. 2004)

En caso de que ambos adversarios sean similares en cuanto a fuerza, esta intimidación será tan solo el comienzo de los combates, siempre flanco contra flanco y tratando de desequilibrarse e infligirse heridas y daños con cabezazos de arriba a abajo, cortando con los colmillos el pelaje e incluso la piel del otro. Todo este ritual se acompaña de gruñidos, chillidos, rascaduras al suelo, soplidos y gritos, pudiendo llegar a durar una hora.(Étienne, Pascal. 2004)

Como curiosidad, Dunbar Brandar llegó a registrar en la India la observación de una agrupación de unos 11 machos formando un corro y observando cómo, mientras en el interior del mismo, otros dos peleaban.(Étienne, Pascal. 2004)

Durante este periodo, las hembras, a fin de evitar daños en sus crías de la temporada reproductora anterior, las apartan y las alejan unos 150-200 metros de la zona de combates (Étienne, Pascal, 2004)

La monta y el coito

El jabalí vencido marcha en la posición de sumisión descrita con anterioridad, uniéndose el vencedor a la piara. El ganador pasa a examinar una a una a las hembras a fin de conocer su estado reproductor, levantándoles para ello la cola con su jeta y olisqueándoles los genitales. Si la jabalina que está siendo examinada se encuentra en estro y dispuesta, este le husmea la vulva, el disco de la jeta y las articulaciones carpianas, situadas en las extremidades delanteras. A continuación le propicia unos suaves golpes con la jeta en los flancos, metiendo la cabeza bajo su vientre. Si la jabalina no acepta, que suele ser lo más común tras el primer intento, esta se pone a caminar con el macho siguiéndola y emitiendo gruñidos, posando su mentón sobre los cuartos traseros de la hembra y tratando de montarla. (Étienne, Pascal. 2004)

Normalmente la hembra muestra de nuevo su negativa lazando un mordisco al aire, caminando y orinando.

El macho entonces olisquea y prueba la orina (gracias al órgano vomeronasal/ de Jacobson) de la hembra y la sobre-orina.

Acto seguido y en función de la información obtenida de su orín, o la ignora o continua empujando, emitiendo unos cada vez más seguidos gruñidos y movilizando así a la hembra.

Si esta entonces se deja montar por el macho,[véase imagen 4] él coloca la cabeza sobre la cruz de su compañera, manteniéndose así durante unos minutos, hasta que la hembra comienza a andar y el macho se separa de ella. (Étienne, Pascal. 2004; Apollonio, Marco et al, 2006)

Img. 4. Macho montando a hembra. Fotografía de Jorge Fernández Romero-

Durante la cópula, los machos emiten un sonido ronco y constante que estimula la liberación de óvulos por parte de la hembra. (Vertebrados Ibéricos, http://www.vertebradosibericos.org/mamiferos/comportamiento/susscrco.html, 2006)

Los partos

Debido a que en el primer párrafo del trabajo procedo a explicar en detalle la comunicación y relaciones sociales de los jabalíes durante este periodo, aquí solo me limitaré a explicar que dura unos dos meses (desde mediados de enero a mediados de febrero en años bifásicos), teniendo lugar el destete de los rayones desde abril hasta mayo.

En este llamado “clico bifásico”, la hembra en edad adulta no pasa por el anestro o descanso de verano, y entra de nuevo en celo, pudiendo tener crías de nuevo entre septiembre y octubre.

La vida en grupo

Hasta tal punto tiene suma importancia la organización social de las piaras, que llega a determinar las condiciones para otros de los procesos etológicos, biológicos, reproductivos, de la ecología comportamental de sus integrantes, como son el sistema de cubriciones, la organización de jerarquías, o la sincronización de los celos de las hembras. (Santiago Moreno et al, 2010)

En el seno del grupo, cuando la hembra líder emprende una acción, como bañarse, las demás no tardan en imitarla, acompañadas de las crías. (Étienne, Pascal. 2004)

Todo este marcado sentido familiar confiere al grupo no pocas ventajas, entre ellas la de la alternancia de las hembras a la hora de buscar alimento de manera individual, pero para todo el grupo,(Rosell, Carme, 2001) llegando a dejar las madres a sus crías solas con el resto de la piara mientras llevan a cabo dicha tarea (Étienne, Pascal. 2004). Así mismo, los lazos sociales entre hembras emparentadas en las llamadas “ sociedades multigeneracionales” tienen un efecto positivo en la aptitud física de las hembras, incluida una mayor supervivencia de las crías. (Podgórski, Tomasz, 2014)

Eisenberg, John F. et al (1972) sugirieron que los grupos de jabalíes a menudo se desplazan de manera en que el primer puesto es ocupado por la hembra dominante, seguida de algunas hembras jóvenes, detrás los lechones, y en último lugar las hembras subordinadas y los machos aún no expulsados del grupo.

No obstante, en ocasiones los rayones se desplazan en último lugar en el grupo, y se han llegado a observar formando grupo propios o solos a unos 100 metros o más tras los adultos, con retrasos temporales de unos 10 a 20 minutos, gruñendo, con la jeta pegada al suelo y solo cesando en su marcha en caso de que del resto del grupo lo hiciese.(Étienne, Pascal. 2004)

Por otra parte, al vivir en grupo, de tareas como la vigilancia se ocupan todos los componentes de la piara ,incluidos los rayones. Así mismo la vida en familia facilita el aprendizaje de los jóvenes, al copiar no solo a sus madres, sino a todas las hembras del grupo, aprendiendo recorridos, sendas, localización de las bañas, zonas de descanso y alimentación… (Étienne, Pascal. 2004)

Con respecto a la comunicación sonora, se ha identificado que utilizan diez sonidos básicos que pueden ser ligeramente variables y utilizarse en situaciones de miedo, alerta, defensa, amenaza, combate, contacto, dulzura, de búsqueda, de hambre y para llamar a un congénere (sonidos de contacto). Los sonidos de contacto son únicos en cada individuo y se componen de gruñidos, los de defensa, combate, hambre, dolor y miedo, son chillidos y gritos. (Étienne, Pascal. 2004) Entre los sonidos de vigilancia y alerta se encuentra un soplido breve y contundente. que al emitirse irrumpe la actividad de todo el grupo. (Étienne, Pascal. 2004)

Ante el sonido emitido por algún componente del grupo, consistente en un “RUUFF” o “VUUFF” supone la huida inmediata de todo el grupo.(Étienne, Pascal. 2004) Cuentan con un sistema de comunicación que mantiene informados a todos los componentes de cualquier novedad relativa al entorno del grupo y que pueda afectarles; los gruñidos cortos y secos tiene la función de marcar una situación de alerta, mientras que los más agudos indican que se ha de huir.(Vertebrados Ibéricos, http://www.vertebradosibericos.org/mamiferos/comportamiento/susscrco.html, 2006)

Dado que la vista en los jabalíes es un sentido bastante deficiente, cuando algún congénere se acerca al grupo con intención de unirse, se anuncia mediante el uso de la voz, seguido del contacto nasal, facilitado gracias a las llamadas vibrisas con las que cuentan en la jeta (https://animaldiversity.org/accounts/Sus_scrofa/)

Actividades cotidianas

En EL DESCANSO, las hembras de la piara se acomodan todas juntas estiradas, acoplándose después los rayones o bermejos al lado de su madre, no siendo normal que repitan lugar de encame durante más de dos días (Étienne, Pascal. 2004) a fin de, principalmente, reducir las posibilidades de ser encontrados por depredadores (Apolonio, Marco et al, 2010)

Con respecto al ASEO DEL PELAJE, todos los miembros de la piara participan de llevarlo a cabo los unos sobre los otros y al margen de su posición en la jerarquía del grupo; los rayones se lo hacen a sus madres y entre ellos, las hembras adultas se lo hacen también a los rayones y jóvenes y las unas a las otras, reforzando de esta manera las relaciones sociales (Étienne, Pascal. 2004). Para ello utilizan su lengua y sus dientes, lamiendo y mordisqueando el pelaje, eliminándolo de parásitos y proporcionándose placer los unos a los otros. (Keulin, Oliver et al, 2010)

Las bañas

Las bañas son zonas húmedas, fangosas y con agua situadas dentro de su aérea de campeo a las que los jabalíes acuden tanto al atardecer, al anochecer, como en sus diversos desplazamientos con varias finalidades a nivel social. Al proceder a bañarse en grupo, [véase imagen 5] se convierte esta en una actividad que refuerza las jerarquías y las relaciones sociales, así como su carácter afectivo. (Étienne, Pascal, 2004).

Se ha planteado también la posibilidad de que las bañas jueguen un papel en la función sexual de los machos adultos en la época de celo, ya que estos machos recubren de barro su pelaje en los meses otoñales, propios del celo, (Fernández-Llario, Pedro, 2005) fijando así las feromonas que producen con su saliva y volatilizan muy rápidamente, a fin de que estas permanezcan más tiempo en el ambiente, y resultan altamente atrayentes para las hembras. Así mismo varios autores barajan la muy posible función de proporcionar el baño de barro un escudo protector frente a las heridas producidas en los enfrentamientos con otros machos, junto con el denso pelaje de otoño-invierno y la gruesa capa de piel que poseen (Fernández-Llario, Pedro. 2014; Étienne, Pascal. 2004).

Piara bañándose en grupo. Fotografía de Delia Díaz Martín.

Img. 5. Piara bañándose en grupo. Fotografía de Delia Díaz Martín.

Cuando la piara se acerca a una baña o a un lugar de alimentación que genera conflictos por competencia de recursos, pueden llegar a darse intimidaciones, enfrentamientos acompañados de “soplidos” , gruñidos, erizadas de crin…estableciendo y afinando así los rangos sociales de los miembros del grupo implicados.(Étienne, Pascal. 2004)

Rascaderos

Cuando los jabalíes salen del baño pasan directamente a rascarse en siempre los mismos troncos [Véase imagen 6] de árboles (normalmente coníferas que llegan a dejar lisas y sin corteza) para desprenderse del exceso de barro que llevan pegado al pelo, y es en este acto cuando dejan impresa la marca de su altura en la madera del árbol, indicando así su tamaño a sus congéneres.(Étienne, Pascal. 2004)

Estos árboles marcados generación tras generación son los llamados rascaderos, en los que además dejan impregnado su olor sobre la resina, maximizando la cohesión y favoreciendo la comunicación del grupo.(Étienne, Pascal. 2004)

Por su parte los machos también realizan incisiones con sus colmillos, incrementándolas durante la época de celo y depositando pequeñas cantidades de saliva que contiene androsterona (Rosell, Carme et al, 2001) como soporte de mensajes de carácter sexual, territorial y jerárquico (Beurle, Wolfgang,1975; Sardin, Carlo, 1987)

Así mismo Graves, Heater (1972) sugiere que, llevando a cabo este comportamiento, los machos estarían liberando energía , o incluso simulando batallas con otros machos. También se cree que los machos podrían estar marcando los límites de sus territorios de esta manera.

Img. 6. Rascaderos en Quercus ilex ballota. Fotografía de Delia Díaz Martín

Los encames

Las camas o encames son aquellos lugares donde la piara descansa o bien de manera larga y profunda o bien a modo de siesta breve. Estas suelen situarse en lugares cobijados del frío, el viento, la lluvia, peligros, depredadores… y son a menudo ligeramente acomodados por los individuos que de él van a hacer uso, aplanando el terreno, escarbándolo, colocando sobre el lecho algunas hojas o hierbas…y siempre una vez ha sido abandonado, el jabalí que lo ha utilizado deja una impresión de su olor personal (Étienne, Pascal. 2004) que, aunque de manera no intencionada y sí inevitable, cumple las funciones de informar a sus congéneres de su estancia en el lugar, sean o no estos del grupo familia. (Pohle, Ute, 2008)

Para comunicar todas las zonas del aérea de campeo (zona habitualmente transitada por una misma piara de jabalíes por contar con todos los recursos necesarios para el grupo) los jabalíes utilizan SENDAS/ TROCHAS [Véase imagen 7] que los atraviesan, y también cumplen una importante función social, ya que al ser transitadas, los animales van impregnando el lecho de unas sustancias químicas segregadas por las glándulas interdigitales, sirviendo de guía al resto de la piara a fin de encontrarse con el grupo en caso de haberse alejado. (Étienne, Pascal. 2004)

Img. 7. Trochas o sendas de jabalíes. Fotografía de Delia Díaz Martín.

En cuanto a las heces [Véase imagen 8], y a pesar de depositarlas de manera indiscriminada mientras caminan, se han descubierto en algunos lugares letrinas colectivas, utilizadas por cualquier miembro adulto de la piara, con la función de marcar los límites del área de campeo, así como informar de su estado de salud o reproductor. (Étienne, Pascal. 2004)

Img. 8. Excremento de jabalí. Fotografía de Delia Díaz Martín

Revolcaderos

A menudo los jabalíes, tanto hembras como machos, acuden a ciertos puntos a revolcarse todos juntos contra una zona de tierra o embarrada del suelo, diferente de las bañas con, entre otros, fines claramente comunicativos y sociales, de refuerzo de vínculos y jerarquías. Así mismo, en las inmediaciones de estas zonas, ambos sexos proceden a dejar marcas químicas, restregando su región anogenital o la glándula anteorbitaria (zona de los ojos) contra el suelo con la función de dejar impregnado un rastro químico con el que comunicar a sus congéneres su presencia o disposición reproductora. (Graves, Janis et al, 2019) Estas acciones se llevan a cabo mediante breves revolcadas laterales, en las que el animal se acuesta y extiende, flexionado sobre lados alternos que menudo dejan rastros visibles de secreciones corporales .(Eisenberg, John F. et al, 1972)

Jerarquía

A cada rango dentro de la jerarquía le corresponde un rol concreto, y si algún individuo se sale del mismo, aquellos de rango superior le devolverán a su lugar, normalmente a base de golpes, a excepción de los jóvenes, que no se cuentan dentro del juego jerárquico hasta, como hemos comentado en el apartado del juego, los 6-7 meses de edad.(Étienne, Pascal. 2004)

Siempre la líder de la piara será una hembra vieja que decidirá y guiará el trayecto a seguir en los desplazamientos, la actuación en caso de peligro y, en caso de huida, conducirá a la piara haciéndose responsable de ella.(Étienne, Pascal. 2004)

Ante la desaparición de la hembra líder, el grupo puede tardar hasta varios días en encontrar la estabilidad, al ocupar otra el puesto de mando.(Étienne, Pascal. 2004)

El lugar ocupado por la líder será puesto a prueba en ocasiones por las otras hembras más fuertes , y nunca por individuos de menor edad.(Étienne, Pascal. 2004)

La hembra líder cuenta con la prioridad a la hora de comer, y si se diera el caso de ser los de rango inferior los primeros en encontrar el alimento, ante la llegada de la líder, se retirarían para cedérselo.(Étienne, Pascal. 2004) Así mismo esta tiene prioridad a la hora del acceso a cualquier recurso limitado como el agua…desplazando a los subordinados de sus lugares elegidos (Graves, Heater, 1984)

Si se diera algún caso de intento de insubordinación, la líder propinará un fuerte empujón en los flancos con la parte superior de la jeta o propiciaría un mordisco al que lo emprendiera (Étienne, Pascal. 2004).

El solitario

Los machos de entorno a unos 12 meses pierden su rango jerárquico y son excluidos del seno familiar, viéndose obligados a abandonar la piara, tras además ser apartados durante el celo por un macho fuerte y dominante. Como indicaba anteriormente, en este proceso tratarán de buscar otra piara en la que ubicarse y son rechazados de manera reiterada, por lo que finalmente se dedican a deambular por áreas muy extensas y alejadas de su lugar natal.(Étienne, Pascal. 2004) [véase imagen 9]

Es entonces cuando el macho se convierte en un animal desconfiado, prudente y astuto, para poder sobrevivir sin las ventajas de la vida en grupo. Estos individuos huyen ante la mínima alerta y frecuentan los lugares más apartados y seguros en sus actividades cotidianas. No obstante, en la época de celo de las hembras, se acercan a las piaras, pasando a integrarse durante los días que dura el estro, para regresar posteriormente y de nuevo a su habitual vida en soledad (Étienne, Pascal. 2004).

Img. 9. Macho solitario, nótense sus prominentes colmillos. Fotografía de Delia

Se sabe que, durante el otoño y el invierno, los machos solitarios dominantes y fuertes, defienden las áreas de abundancia de alimentos que encuentran durante sus vagabundeos. (Graves, Heater, 1984)

En la línea de este estilo de vida de los machos, nos topamos con la figura de “el escudero”, conocido como aquel joven macho que, tras ser expulsado de su grupo familiar, acompaña durante un tiempo indeterminado a otro macho más viejo y experto, aprendiendo de él y reportando al experto ciertas ventajas. (Étienne, Pascal. 2004)

Se afirma que el escudero camina siempre por delante, suponiendo un aviso en caso de detectar algún peligro, asegurando algunas personas haber visto al jabalí mayor empujar al joven para que éste salga el primero a la zona donde pueda hallarse el riesgo. (Revista Jara y Sedal, https://revistajaraysedal.es/ , 2020) Diversos testimonios afirman que aun así el viejo llega a rodear la zona manteniéndose posteriormente atento para detectar cualquier movimiento que haya podido ocasionar su presencia, destacando estos supuestos avistamientos el carácter desconfiado del macho solitario. (Desveda, https://www.desveda.info/ , 2018)

La existencia de esta figura se encuentra hoy en entre dicho y, en la opinión de grandes expertos en el tema como Carme Rossell, “estos encuentros entre machos solitarios podrían ser más bien fruto de la casualidad en época de celo, manteniéndose el resto del año dichos individuos solitarios por completo”

Según un estudio, los machos adultos, solitarios y nómadas, solo se acercan a las cerdas durante el celo (Braza, Francisco et al, 1988) y las asociaciones de machos adultos con otros machos y hembras son de corta duración, desintegrándose en un día en el 65-75% de los casos y durando el resto un lapso de pocos días más (Podgórski, Tomasz et al, 2014)

Conclusiones

A la hora de plantear mi hipótesis de trabajo lo hice en base a los aspectos que más me llaman la atención de esta fascinante especie; ¿cómo y cuánto se comunican y relacionan?, ¿con qué función, en base a qué necesidades?, ¿cómo les cambia y facilita la vida el hacerlo?, ¿cómo varían las relaciones y la comunicación a lo largo de su vida?…Respondiendo a dichas cuestiones, y tras haber finalizado esta recopilación bibliográfica, concluyo en varias direcciones:

Por una parte, que se comunican a varios niveles, y ordenados de mayor a menor rango de uso: auditivo (gruñidos, llamadas, chillidos…), químico (marcajes hormonales, olfateo de glándulas, restriegues…), visual (gestos, posturas corporales, expresiones faciales…), y táctil (gracias a las vibrisas de su jeta…)

Que la evolución de la comunicación y las relaciones sociales que llevan a cabo, es pareja y adaptada a las necesidades y retos que se les presentan en los diferentes momentos de la ontogenia y que yo he clasificado como hitos en el presente trabajo.

Que el momento de máxima actividad comunicativa y relacional coincide con uno determinante para la permanencia de la especie y la estructura del seno del grupo familiar, así como el de mayor actividad general en las vidas de sus individuos; el celo. Y es que esto no es casual, sino revelador a la hora de comprender la esencia de los jabalíes.

Que aquí presento solo un atisbo que permite asomarse al mundo interior de la especie, ya que para poder comprender en profundidad la importancia del carácter comunicativo y social que la especie posee, se podría seguir estudiando la relación entre dicho carácter y sus ritmos vitales (cronobiología), procesos etológicos y reproductivos, la manera en que se relacionan con el medio (ecología), su ecología comportamental e incluso su manera de sentir.

Que si algo queda patente es la necesidad de los jabalíes para vivir en grupo, y se trata su vida de una recopilación de necesidades “facilitadas” por la evolución a través de la comunicación y las relaciones sociales; los jabalíes se buscan, se conocen, se cuidan, se expresan afecto…[imagen 10]

Imagen de cierre del trabajo. Fotografía de Delia Díaz Martín

Img. 10. Imagen de cierre del trabajo. Fotografía de Delia Díaz Martín

"Investigar es ver lo que todo el mundo ha visto, y pensar lo que nadie ha pensado"

Albert Szent-Györgyi

Agradecimientos

(por orden alfabético)

  • Albert Masó Planas
  • Carme Rossell
  • Carlos Pérez Alcázar
  • Jorge Fernández Romero
  • Lara Carrasco Pesquera Manuel Merchán Fornelino
  • Meda
  • Patricia Ureña Imedio
  • Raso, Cartucho, Nieve y Lula

Bibliografía

  • Apollonio, Marco; Andersen, Reidar; Putman, Rory, European ungulates and their management in the 21st century, New York, Cambridge University Press, 2010.
  • Apollonio, Marco; Mattioli, Massimo; Ferrari Francesca, Vocal and Visual Displays in Wild Boar: Male Wild Boar Behavior and Social Organization, Roma, Revista Ethology, 2006
  • Apollonio, Marco, The Behavioral Ecology of the Wild Boar (Sus scrofa), Huntingdon, The Institute of Terrestrial Ecology, 1986.
  • Beurle, Wolfgang, Combate y conducta sexual del jabalí (Sus scrofa), Alemania, Zeitschrift für Tierpsychologie, 1975.
  • Bolhuis, Elizabeth J; Schouten, Willem GP; Schrama Johan W; Wiegant, Victor M, Behavioural developments of pigs with different coping characteristics in barren and substrate-enriched housing conditions, Wageningen, Wageningen Institute of Animal Sciences, 2005.
  • Braza, Francisco; Álvarez Fernando, Utilisation de l’habitat et organisation sociale du sanglier (Sus scrofa L.) à Doñana (Sud-Ouest de l’Espagne), Sevilla, Consejo superior de investigaciones científicas, 1988.
  • Chaloupková, Helena; Illmann Gudrun; Bartoš, Luděk; Špinka, Marek,The effect of pre-weaning housing on the play and agonistic behaviour of domestic pigs, Research Institute of Animal Production, Prague, 2006.
  • David W. Macdonald-The encyclopedia of Mammals, Oxford ,Oxford University Press, 2006.
  • Derrickson, Elissa, Comparative Reproductive Strategies of Altricial and Precocial Eutherian Mammals, London, British Ecological Society, 1992.
  • Eisenberg, John F; Lockhart, Melvyn, An Ecological Reconnaissance of Wilpattu National Park, Washington, Smithsonian Institution Press, 1972.
  • -Étienne, Pascal. El Jabalí: Descripción, comportamiento, vida social, mitología, observación…, Barcelona, Ediciones Omega S.A, 2004.
  • Fernández-Llario, Pedro, Jabalí – Sus scrofa Linnaeus 1758, Alcuéscar, Departamento de Biología y Geología. Instituto de Enseñanza Secundaria “Santa Lucía del Trampal, 2014.
  • Fernández-Llario, Pedro, The sexual function of wallowing in male wild boar (Sus scrofa), ,Journal of Ethology-Wolfgang Goymann, 2005.
  • -Graves, Janis; Vernon Karl, The Natural History of Wild Pigs and Peccaries, Maryland, Johns Hopkins University Press, 2019.
  • Graves, Heater, Behavior and ecology of wild and feral swine (Sus scrofa), Pennsylvania, The Pennsylvania State University, 1984.
  • Hayssen, Virginia, The Scent of Fear: Olfactory Communication in the Wild, Cambridge, Cambridge University Press, 2013.
  • Desveda, https://www.desveda.info/ , 2018.
  • Revista Jara y Sedal, https://revistajaraysedal.es/ , 2020.
  • Inaturalist, https://www.inaturalist.org/ , 2023.
  • Vertebrados Ibéricos, http://www.vertebradosibericos.org/, 2006.
  • Jensen, Per; Alegrs, Bo, An ethogram of piglet vocalizations during suckling, Skara, Swedish University of Agricultural Sciences, Faculty of Veterinary Medicine, Department of Animal Hygiene, 1983.
  • Keulin, Oliver; Stier, Noah; Roth, Matthias; Plath, Martin, Does intraspecific variation in social organization influence the seasonal use of wallows by wild boar (Sus scrofa)?, Amsterdam, Elsevier editorial, 2010.
  • López- Beceiro, Ana María; López-Sánchez, Covadonga; Marina García-Montijano, Effect of season on the submaxillary gland secretion of male wild boar (Sus scrofa) in Northern Spain, Journal of Zoology, 2020.
  • Martínez-Rica, Juan Pablo, Nuevos datos sobre la conducta social del jabalí en condiciones de semilibertad, Jaca, 1980.
  • Melletti, Mario; Remonti, Luigi, The Natural History of Wild Boar, Chicago, University of Chicago Press, 2019.
  • Murphy, Eimear; Rebecca, E.Nordquist; Van der Staay, Franz Josef, A review of behavioural methods to study emotion and mood in pigs, Sus scrofa, Utrecht, Utrecht University, 2014.
  • O´Connor et al, The impact of chronic environmental stressors on growing pigs, Sus scrofa, online,Cambridge University Press, 2010.
  • Podgórski, Tomasz; Lusseau, David; Scandura, Massimo; Sönnichsen, Leif; Jędrzejewska, Bogumiła, Long-Lasting, Kin-Directed Female Interactions in a Spatially Structured Wild Boar Social Network, California, “Plos One”, 2014.
  • Pohle, Ute, Scent-marking in the European wild boar (Sus scrofa): olfactory dominance?, Amsterdam, Elsevier editorial , 2008.
  • Rosell, Carme; Fernández Llario, Pedro; Herero, Juan, sus Scrofa Linnaeus, Barcelona, Revista Galemys, 2001.
  • -Sardin, Carlo; Cargnelutti, Francesco, Tipología de árboles marcados por el jabalí en una región con baja tasa de reforestación, Francia, 1987.
  • Santiago Moreno, Julián; López Sebastián, Antonio, Ungulados silvestres de España: biología y tecnologías reproductivas para su conservación y aprovechamiento cinegético, Madrid, INIA, 2010.
  • -Servanty, Sabrina, Dynamique d’une population chassée de sangliers (Sus scrofa scrofa) en milieu forestier, Lyon, 2007.
  • Signoret, Jean Pierre; Baldwin, Bradley; Hafez, Fraser, David, The Behaviour of Swine, London, ESE Hafez Ed, 1975.
  • Weary, M. Daniel, Braithwaite, Leah A,Fraser, David, Vocal response to pain in piglets, Ottawa, Centre for Food and Animal Research, Agriculture and Agri-Food, 1998.
  • Weary, M. Daniel ; Fraser, David, Calling by domestic piglets: reliable signals of need?, Ottawa, Centre for Food and Animal Research, Central Experimental Farm, Agriculture and Agri-Food, 1995.

¿Te gustaría trabajar con animales?

Descubre nuestra oferta formativa

Este sitio utiliza cookies para asegurarte una mejor experiencia en nuestra web.